Descubriendo nuestra energía
Pocas veces somos conscientes de que somos seres energéticos. Normalmente, sabemos que tenemos una mente y un cuerpo físico pero se obvia la mayor parte de las veces nuestra parte energética. Este cuerpo energético no es desconocido para la ciencia oriental que desde hace miles de años hace uso del mismo para la sanación ya sea a través de la acupuntura, reflexología u otras técnicas de sanación energética. En la actualidad, poco a poco vamos siendo consciente en occidente de la importancia de las energías y existen ya bastantes lugares en los que se aplican estos conocimientos.
Seguramente, en más de una ocasión habéis sentido que cuando estáis realizando algo que os gusta y os motiva vuestra energía aumenta considerablemente llenándoos de vida; al mismo tiempo, que habréis notado como cuando hacéis algo que no os apetece o no os gusta vuestra energía disminuye de forma considerable sintiéndoos incluso más cansados y faltos de vitalidad. Lo mismo ocurre con las relaciones con otras personas, hay personas que cuando hablamos con ellas nos llenan de energía positiva y buen humor, mientras que con otras nos sentimos muy cansados después de haber estado con ellas.
La falta de energía es una señal que nuestro cuerpo nos envía advirtiéndonos de que estamos actuando, pensando o viviendo de una forma que no nos resulta beneficiosa. Es importante tener en cuenta este aspecto para poder actuar en consecuencia, pues podemos sentir que nos falta energía y vitalidad en nuestra vida hecho que podría indicar que estamos utilizando nuestra energía de forma inadecuada. En la vida actual, todo el mundo entiende que sus móviles tienen que ser enchufados a la red eléctrica cuando hacen tal o cual sonido o cuando directamente se apagan. Sin embargo, muy pocas veces se es consciente de que nosotros también agotamos nuestra energía día a día y necesitamos recargarnos igual que hacemos con los móviles. Estar atentos a nuestro cuerpo y nuestras señales de falta de energía es fundamental, por ej, darnos un tiempo de auto-escucha, preguntarnos qué necesitamos en este momento y dárnoslo, estar un rato a solas con nosotros mismos, etc. Son formas de atendernos muy importantes para poder detectar esas carencias de energía.
El cuerpo físico está rodeado de otro cuerpo sutil e invisible denominado cuerpo energético o vital. Este cuerpo se halla formado por millares de pequeñas líneas que rodean al cuerpo físico. En siete lugares específicos del cuerpo, veintiuna de estas líneas se entrecruzan para formar un centro de energía. Allí, la energía se halla mucho más concentrada. En sánscrito, a estos centros de energía se les denomina los”chakras” del cuerpo humano. Están situados entre la base de la columna vertebral y la parte superior de la cabeza. Lise Nouveau en Escucha a tu cuerpo .(Ver imagen arriba)
El chi o energía vital circula por esas líneas que en la medicina china se denominan meridianos los cuales son la base de los puntos de acupuntura. Las técnicas de sanación energética pretenden liberar bloqueos dentro de estos meridianos que impiden la libre circulación de la energía. El estrés, el ambiente de la ciudad lleno de ruidos, nuestras experiencias negativas o traumas de la infancia, etc. generan bloqueos en nuestro sistema energético que nos afectan considerablemente y nos impiden avanzar en nuestra vida de una forma sana y plena. EFT o “tapping” es otra de esas técnicas que ayuda a liberar bloqueos emocionales y a sentirnos mejor con nosotros mismos. Es una técnica que combina el amor y aceptación incondicional hacia nosotros mismos con el uso de la digitopuntura. Mi experiencia personal y profesional con ella es fantástica y os animo a introduciros en ella.
Además, es imprescindible tomar consciencia de que el ambiente que nos rodea también nos transmite energía. Nada más hay que entrar en un lugar para notar si nos sienta bien o no, y todos tenemos también experincia de ello. Por tanto, elegir dentro de lo que podamos aquellos lugares que nos recarguen las pilas o al menos frecuentarlos más a menudo es muy importante para compensar los desgastes. Por ejemplo, está demostrado científicamente que el estar en contacto con la naturaleza favorece el bienestar físico y psíquico del ser humano (ver http://www.tendencias21.net/La-naturaleza-favorece-el-bienestar-fisico-y-psiquico-del-ser-humano_a4488.html ). Y no es necesario

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